Entraste
por la puerta y no me di cuenta,
Cuando menos
lo esperaba
estabas
ya en mí.
Que
tarde fue cuando vi tu presencia
Era tarde
también para que te marcharas,
Rápidamente.
Te quise
matar tantas veces
que te
acepte como compañera.
Planeé
mil formas de hacerte desaparecer
Pero ahí
estabas,
Acelerando
mi respiración, nublando mi mente.
No fue fácil
la convivencia,
Las noches
contigo eran un insomnio asegurado,
Así hacías
que mis días fueran
la pura
imagen de tu esencia.
Me hacías
temblar tanto,
Que mi corazón
se desubicaba.
Bajo
tierra, inmovilizada, desvariada
Conseguiste
lo que querías.
Destrúyeme,
quémame,
Te dije,
Pero preferiste
anestesiarme de todo mi alrededor.
Depresión
te llaman,
Perdóname,
pero yo prefiero llamarte
Inconsciencia.